Cuando uno trata de desnaturalizar los acontecimientos subidos al pedestal de la historia, ¿para qué lo hace y por qué lo hace?
Siempre que uno desmonta un discurso el otro espera que le dé una respuesta que lo deje tranquilo y seguro recomponiendo de alguna manera esa seguridad que el hombre moderno necesitó desde que Kant puso como a priori las categorías de espacio tiempo.
Hoy un físico cuántico nos dice que esas categorías ya no existen. Entonces la seguridad del hombre moderno se derrumba y empieza la época de las incertidumbres, léase la posthumanidad, la postorganicidad, etc.
¿Para qué uno desnaturaliza esos discursos?
Si uno lo hace es para comprender las acciones de los otros en los distintos momentos históricos. Las prácticas discursivas, en tanto acciones políticas, se han dado y se dan como luchas políticas, que nada tenían ni tienen que ver con sólo escribir un paper sino como respuesta en una disputa dentro de un dispositivo (partido, universidad, etc).
Althusser como sujeto sujetado a una lógica de partido convocaba intelectuales para que el partido fuera reconocido, dentro de las luchas de poder, como un partido con gran cantidad de intelectuales, para que le otorgaran cierta legitimidad.
La red de poder que la academia francesa reproduce hace que Foucault, por ser discípulo de Althusser, entre en el PCF y en las prácticas del partido encontrara que de marxismo de Marx nada y por eso renegara de haber entrado al mismo.
Cuando uno desnaturaliza las prácticas discursivas desmontándolas y comprendiéndolas puede comprender que las propias acciones son tomas de decisiones que lo sujetan a tal o cual dispositivo, dentro de las reglas de ese dispositivo, formando parte del mismo.
No crea que uno formando parte del mismo y sólo por el hecho de pertenecer al mismo habiendo entendido su lógica de funcionamiento va a producir una diferencia marginal, ya que el dispositivo permite la presencia de ciertos emergentes marginales a los cuales después sujeta a su lógica.
Entonces si uno pretende cambiar al dispositivo lo más probable es que termine conjurando con el mismo. Y el cambio lo haya producido el dispositivo sobre uno mismo y no viceversa.
Los aportes a esta reflexión en ciernes serán bienvenidos.
Siempre que uno desmonta un discurso el otro espera que le dé una respuesta que lo deje tranquilo y seguro recomponiendo de alguna manera esa seguridad que el hombre moderno necesitó desde que Kant puso como a priori las categorías de espacio tiempo.
Hoy un físico cuántico nos dice que esas categorías ya no existen. Entonces la seguridad del hombre moderno se derrumba y empieza la época de las incertidumbres, léase la posthumanidad, la postorganicidad, etc.
¿Para qué uno desnaturaliza esos discursos?
Si uno lo hace es para comprender las acciones de los otros en los distintos momentos históricos. Las prácticas discursivas, en tanto acciones políticas, se han dado y se dan como luchas políticas, que nada tenían ni tienen que ver con sólo escribir un paper sino como respuesta en una disputa dentro de un dispositivo (partido, universidad, etc).
Althusser como sujeto sujetado a una lógica de partido convocaba intelectuales para que el partido fuera reconocido, dentro de las luchas de poder, como un partido con gran cantidad de intelectuales, para que le otorgaran cierta legitimidad.
La red de poder que la academia francesa reproduce hace que Foucault, por ser discípulo de Althusser, entre en el PCF y en las prácticas del partido encontrara que de marxismo de Marx nada y por eso renegara de haber entrado al mismo.
Cuando uno desnaturaliza las prácticas discursivas desmontándolas y comprendiéndolas puede comprender que las propias acciones son tomas de decisiones que lo sujetan a tal o cual dispositivo, dentro de las reglas de ese dispositivo, formando parte del mismo.
No crea que uno formando parte del mismo y sólo por el hecho de pertenecer al mismo habiendo entendido su lógica de funcionamiento va a producir una diferencia marginal, ya que el dispositivo permite la presencia de ciertos emergentes marginales a los cuales después sujeta a su lógica.
Entonces si uno pretende cambiar al dispositivo lo más probable es que termine conjurando con el mismo. Y el cambio lo haya producido el dispositivo sobre uno mismo y no viceversa.
Los aportes a esta reflexión en ciernes serán bienvenidos.
CLAUDISSSSSSSSSSSSSSS :o) que bueno que tengas tu Blog, que bueno que todos tengamos tu Blog!!
ResponderEliminarComo suele pasar con Fanlis tus entradas requieren de una pausada y atenta lectura y reflexión antes de emitir un comentario...
Por el momento dejo aqui mis felicitaciones por este emprendimiento y mi agradecimiento por compartir tus pensamientos :o)
Mis aportes a tu reflexión se estan procesando actualmente...disculpe las demoras ocacionadas, jajajajaja
Besos. La Fan.
Extraña paradoja la de Althusser: para salvar el marxismo de lo que él cree es una crisis terminal lo convierte en un discurso académico reescribiendolo en la matriz científica y filosófica dominante. ¿Qué hubiera hecho Marx? ¿Aceptar ser -como pudo serlo en vida- un catedrático famoso o un intelectual al servicio de la dictadura de Bismarck -como le ofrecieron-?
ResponderEliminarPor eso hay que desconfiar de los "salvadores" del marxismo o de la patria o de lo que fuera, porque sin saberlo ni quererlo terminan condenando al que se supone pretendían salvar.
¡La universidad también es un dispositivo de poder! Y tal como vos decís sobre los dispositivos en general, creer que desde ahí se puede cambiar el mundo -como creyó el pobre Althusser- solo genera una sonrisa de la burguesía. Excelente post.
CUAL SERIA EL CAMINO PARA EL CAMBIO DEL DISPOSITIVO SIN QUE CONJUREMOS CONTRA EL O SIN QUE EL NOS "MODIFIQUE"-"SUJETE"? DESDE DONDE PROPONES LA "SALVACION"?
ResponderEliminarTendrías que preguntarle a quien comentó mi post. Pero te diría que busques en el sujeto y el poder de Foucault o en las redes del poder.
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