Para quien mira el desarrollo de GH2011 tratando de poner la mirada en cómo se reproduce la matriz de la argentinidad esta emisión tiene muchos puntos de contacto con la lógica de la argentinidad.
Como en toda emisión hay siempre un cuerpo que expresa la barbarie, el desvío (tumbero, cartonero). La barbarie que para los discursos de la argentinidad fue conservadora, nostálgica del destino de grandeza al cual estaba llamada la argentina pero que, terminaba en frustración, producto de la irrupción de la civilización que arrasaba con todo. La argentinidad un destino de grandeza frustrado dirían.
En esta emisión podemos observar la expresión de esta clásica antinomia que divide a la sociedad argentina. Divide a los espectadores, divide a los panelistas, divide a los conductores.
De un lado todo se representa como la violencia, el malhumor, el poder, la falta de respeto, etc. Clasificaciones de todo tipo que convierten al otro en un desviado inaceptable para la mirada de la pequeñaburguesía argentina que quiere seguir adelante con su vida sin piquetes, sin pobres, sin locos, sin comunistas y con su tarjeta de crédito siempre lista para comprar en 48 cuotas eso que tanto anhelan tener pero que su propia realidad no se los permite a no ser que sean capaces de endeudarse hasta el tuétano y finalmente "ser y pertenecer" en esta sociedad de consumidores. En la paz perpetua que tanto gustaba a Kant.
Deudores de las representaciones de la argentinidad de la civilización ejercen sus prácticas de acuerdo a lo que la argentinidad civilizada nos dice que es bueno, posible y deseable y lo que no para seguir adelante con nuestra vida argentina.
Sin embargo, el problema de la barbarie es su conservadurismo. Aunque lucha, hace jugarretas, comete ciertos ilegalismos, resiste, sigue siendo fiel a un pasado que siempre fue mejor. Esta mirada estática del desarrollo de un juego hace que cometa errores, quede estancado en una mirada histórica de lo que eran el juego y el afuera, y finalmente se desoriente y llene de interrogantes. El destino de grandeza se ve frustrado ante la imposibilidad de comprender que nada es igual a sí mismo y de una vez y para siempre.
Es así que se empiezan a observar los discursos sobre fraude, manipulación, que sólo siguen reproduciendo un discurso conservador que no permite ver lo realmente importante.
Todo es un proceso y como tal dinámico, nunca permanece fiel a sí mismo.
La producción arma su final, para ganar el mayor dinero posible (rating, SMS, publicidad) y lo logra porque conoce la lógica del espectador medio, que es la mayoría y no el 75 % de los que permitieron el milagro de la construcción del ídolo ( que, cuando no le sale todo bien, sus mismos seguidores comienzan a decidir sobre su futuro de frustración: se tiene que ir, no seguir, hay que ir a gritarle, etc. etc.).
Como siempre unos terminarán diciendo teníamos un destino de grandeza pero conspiraron contra nosotros desde todas partes ( producción, afuera, adentro, políticos, redes sociales). Y claro contra todos no podíamos.
Los otros en cambio sujetos sujetados al orden de la lógica de la argentinidad accionarán sin tantas vueltas haciendo lo que el discurso de la civilización impuso: lo que existe,lo que es bueno y lo posible y lo que no y para ello el vehículo que afirmará estas "verdades establecidas" está dentro de la casa de GH2011.
Sería deseable la ruptura de esta antinomia y el cambio en la lógica de funcionamiento de la argentinidad, tal vez así podríamos pensar que hay una salida posible.
Imagen sacada del libro de Emilio Perasso
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