Un síntoma.
La rectora de una escuela dice según la Unesco de cada 10 alumnos argentinos entre 7 y 9 presentaron escritos que dificultaron su desciframiento en caligrafía. Y acota antes los adolescentes manejaban 1500 palabras hoy sólo 500 y la aseveración se reafirma por un escrito del redactor de la nota, que por supuesto también tiene problemas en la redacción ya que escribe la tecnología ha deformada la escritura. Se acota que " esto es una clara marca de pobreza en la que la juventud está inmersa." que la culpa la tienen los docentes porque no bajan nota por ortografía y gramática. Y que por supuesto también la culpa es de la nuevas tecnologías.
Bien ¿ que podemos decir de todo esto?
En primer lugar que este discurso no es crítico en ninguno de los aspectos que señala y que la rectora está naturalizando con el mismo un problema que es mucho más complejo y que la involucra a ella como responsable del discurso que está emitiendo, pero claro desde un lugar que es más político.
Antes de cerrar la posibilidad de pensar por qué pasan estas cosas, yo le diría que dar una nota de estas características empobrece e instala un discurso que va en paralelo con el de la inseguridad donde se confunden peras con gallinas.
Es un discurso que clausura la construcción de pensamiento crítico del que seguro ella habla cuando va a congresos, jornadas. Y de qué hablamos cuando se plantea el tema de la relación enseñanza aprendizaje.
Si la nota sale con problemas de redacción es que no hay un corrector porque el diario decidió por economía de empresa no tener más ese tipo de empleados innecesarios con el auge de las nuevas tecnologías, y porque también decidió por el mismo motivo superexplotar a los pocos periodistas que tiene estableciendo la organización de su empresa por objetivos. Por supuesto este es sólo un ejemplo de un problema más global producto de la financierización de la economía mundial y que se puede apreciar en cualquier ámbito de la organización empresarial actual.
Las nuevas tecnologías son producidas por empresas que invierten capital para hacer ganancias extraordinarias a partir del consumo de las mismas. El problema es cuando desde una política de gobierno se dice que repartir netbooks es parte de un proceso democratizador y que se está acortando una brecha. Objeto y sujeto, producción y consumo no son cosas separadas. La única brecha que se acorta es la de producir consumidores objetualizados según las lógicas de una economía global. Docilización de cuerpos y control de los mismos para que no puedan ejercer ningún tipo de pensamiento crítico respecto de su situación.
Por otro lado sabemos la situación histórica de los docentes en Argentina ( sueldos paupérrimos que hacen que tengan que tener horas en distintas escuelas por día y por semana ) y hoy aún más que con las nuevas políticas de gobierno respecto de las jubilaciones docentes han vuelto a dar clase a las escuelas docentes en edad avanzada que no están preparados, porque fueron construidos en otro modelo, para poder trabajar con estos adolescentes particulares.
Ahora bien si un Estado da un aumento a empleados estatales escalonado de Julio de 2011 a Diciembre está emitiendo un mensaje claro, no quiero que los ministerios, las universidades, escuelas,etc funcionen porque no me interesa la reproducción de esos trabajadores.
Rectora Vilma Saldumbide la complejidad no puede cristalizarse en una pequeña nota en un diario.
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