Bayer: 150 años de crímenes contra la humanidad
En su 150 aniversario, Bayer está organizando numerosas celebraciones con ilustres invitados.
Pero los períodos sombríos de la historia de la compañia han sido totalmente silenciados.
La contaminación del medio ambiente, la intoxicación por plaguicidas, las protestas de sus trabajadores y su estrecha colaboración con el Tercer Reich son ignorados.
Miembro del tristemente célebre complejo químico IG Farben de la Alemania nazi, BAYER estuvo involucrada en los crímenes más crueles de la historia de la humanidad. Una filial proporcionó el Zyklon B para las cámaras de gas, construyendo una fábrica gigante dentro del mismo campo de Auschwitz. La empresa administró su propio campo de concentración, donde albergaba a los trabajadores esclavos. Decenas de millares de personas murieron allí.
Carl Duisberg, durante décadas el director general de Bayer, estuvo personalmente implicado en el desarrollo de gases tóxicos como el « gas mostaza » e impulso su utilización en el frente -contrariamente al derecho internacional. Duisberg fue responsable de la deportación de decenas de miles de trabajadores forzados belgas a los campos de concentración y fomentó la anexión de grandes regiones de Europa del Este a la Alemania nazi.
Durante numerosas décadas, Duisberg apoyó enérgicamente la fusión de la industria química alemana con el objetivo de crear la IG FARBEN. El grupo fundado en 1925, era la compañía más grande de Europa. La empresa se opuso a la República de Weimar e hizo importantes donaciones al partido nazi colaborando en su toma del poder.
IG FARBEN participó activamente en la guerra de conquista del mundo llevada a cabo por Hitler. La compañía acompañó al ejército nazi en la ocupación de los países de Europa, apoderándosede sus industrias químicas, de sus minas de carbón y de su producción de petróleo. El posterior presidente del Consejo de Dirección de BAYER, Kurt Hansen desempeñó un papel de líder en la apropiación de estos despojos.
En los procesos de criminales de guerra de Núremberg, IG FARBEN se enfrentó a su propio juicio. Quedo establecido «que los experimentos criminales se llevaron a cabo por los médicos de las SS, con los prisioneros de los campos de concentración, para probar los productos de IG FARBEN.»
Después de haber cumplido sus condenas en Núremberg , los dirigentes pudieron continuar sus carreras sin trabas. Fritz ter Meer pasó a ser Presidente del Consejo de Supervisión de BAYER. Durante su interrogatorio en Núremberg, dijo que los trabajadores esclavos de Auschwitz « no habían tenido que sufrir demasiado, ya que de todas formas iban a ser asesinados ». BAYER le dio su nombre a "La Fundación Fritz ter Meer ».
Después de la Segunda Guerra Mundial el inventor del SARIN y TABUN, Dr. Gerhard Schrader, fue jefe del departamento de pesticidas de BAYER. Durante la guerra de Vietnam, BAYER estuvo involucrada en el desarrollo del AGENTE NARANJA, cuya producción se realizaba en la empresa MOBAY, fundada conjuntamente con BAYER y MONSANTO.
Sintomático de la manera en que BAYER maneja su historia es la concesión del Premio de la familia Hansen en marzo de 2013. El premio, presentado por el CEO Marijn Dekkers Bayer en Berlín, había sido originalmente donado por el ex presidente del Consejo de Administración Kurt Hansen. Hansen se unió al partido nazi en 1931.
En la IG Farben, se convirtió en jefe del “departamento Central para la adquisición de materias primas, que jugó un papel importante en la guerra.(La información ha sido elaborada con los datos suministrados por el Comité Científico de la Coordinadora contra los peligros de BAYER constituido por prestigiosos científicos, intelectuales y miembros del Bundestag, el Parlamento Alemán.). Madrid, 22 de julio de 2013
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