Composición tema LA VACA
Doscientos años de… progreso
Hoy en la televisión la VACA fue protagonista y entró a todos los hogares de la familia argentina.
¿Cuántos de nosotros hemos tenido que escribir una composición cuyo tema era la vaca?
Doscientos años de… progreso
Hoy en la televisión la VACA fue protagonista y entró a todos los hogares de la familia argentina.
¿Cuántos de nosotros hemos tenido que escribir una composición cuyo tema era la vaca?
Parte de la construcción del régimen de verdad llamado argentinidad.
(GarcíaFanlo:http://sites.google.com/site/sociologiadelaargentinidad/Home/teoria-de-la-argentinidad).
Los positivistas argentinos del siglo XIX en su vehemencia por integrar a Argentina dentro del capitalismo, copiando a la Europa ilustrada, trataron de imponer ciertos imperativos categóricos propios del positivismo burgués europeo. El más conocido por todos es el del progreso. Esa vehemencia que construyó, a partir del discurso, ciertos efectos de realidad: la Argentina como “granero del mundo” o “crisol de razas”.
Este orden del discurso no estuvo sino basado en las condiciones materiales de existencia propias del país. Grandes extensiones de terreno sin habitar que, luego de las invasiones españolas se van poblando con algunas vacas y luego, ley de enfiteusis de por medio (presidencia de Rivadavia) y matanza de los habitantes originarios de estas tierras después (la mal llamada Campaña al desierto organizada por Roca), comenzaron a establecer la condición de posibilidad de la emergencia de estas dos enunciaciones que, hasta el día de hoy se siguen reproduciendo a fuerza de reproducción en las escuelas desde los tiempos de la educación patriótica en adelante.
Pasaron doscientos años de la mal llamada independencia de la Argentina ya que como todos sabemos el 25 de Mayo no es el día de nuestra independencia sino el día de una revuelta popular que terminó con la etapa virreinal (gobierno de los virreyes) para pasar a establecer una primera junta de gobierno que, por las dudas, lo hiciera bajo la máscara de Fernando VII, a ver si salía de prisión y tenían que dar vuelta atrás con sus bravuconadas.
A partir de estos acontecimientos y no sin correr caudales de sangre de por medio se va delineando el vehemente progreso pensado para Argentina por la generación del 37, la del 80, y… que no fue más que el ingreso al capitalismo dentro de la división internacional del trabajo a nivel internacional. La construcción de un destino de grandeza a partir de hacer pastar unas vacas a campo traviesa en unos campos pagados con una monedas, luego de la primera deuda externa que generó Rivadavia con el crédito de la Baring Brothers para supuestas obras públicas, que no se hicieron, obviamente, y que terminaron hipotecando todas las tierras del país. La solución de Rivadavia fue darlas en arrendamiento a los que después constituyeron la clase terrateniente argentina, pagando lo que ellos quisieran. Allí comienza la construcción de la argentinidad.
Pasaron doscientos años y nos dijeron: estamos condenados al éxito, un éxito que depende pura y exclusivamente de una VACA!!!.
Los positivistas argentinos del siglo XIX en su vehemencia por integrar a Argentina dentro del capitalismo, copiando a la Europa ilustrada, trataron de imponer ciertos imperativos categóricos propios del positivismo burgués europeo. El más conocido por todos es el del progreso. Esa vehemencia que construyó, a partir del discurso, ciertos efectos de realidad: la Argentina como “granero del mundo” o “crisol de razas”.
Este orden del discurso no estuvo sino basado en las condiciones materiales de existencia propias del país. Grandes extensiones de terreno sin habitar que, luego de las invasiones españolas se van poblando con algunas vacas y luego, ley de enfiteusis de por medio (presidencia de Rivadavia) y matanza de los habitantes originarios de estas tierras después (la mal llamada Campaña al desierto organizada por Roca), comenzaron a establecer la condición de posibilidad de la emergencia de estas dos enunciaciones que, hasta el día de hoy se siguen reproduciendo a fuerza de reproducción en las escuelas desde los tiempos de la educación patriótica en adelante.
Pasaron doscientos años de la mal llamada independencia de la Argentina ya que como todos sabemos el 25 de Mayo no es el día de nuestra independencia sino el día de una revuelta popular que terminó con la etapa virreinal (gobierno de los virreyes) para pasar a establecer una primera junta de gobierno que, por las dudas, lo hiciera bajo la máscara de Fernando VII, a ver si salía de prisión y tenían que dar vuelta atrás con sus bravuconadas.
A partir de estos acontecimientos y no sin correr caudales de sangre de por medio se va delineando el vehemente progreso pensado para Argentina por la generación del 37, la del 80, y… que no fue más que el ingreso al capitalismo dentro de la división internacional del trabajo a nivel internacional. La construcción de un destino de grandeza a partir de hacer pastar unas vacas a campo traviesa en unos campos pagados con una monedas, luego de la primera deuda externa que generó Rivadavia con el crédito de la Baring Brothers para supuestas obras públicas, que no se hicieron, obviamente, y que terminaron hipotecando todas las tierras del país. La solución de Rivadavia fue darlas en arrendamiento a los que después constituyeron la clase terrateniente argentina, pagando lo que ellos quisieran. Allí comienza la construcción de la argentinidad.
Pasaron doscientos años y nos dijeron: estamos condenados al éxito, un éxito que depende pura y exclusivamente de una VACA!!!.
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