Aparentemente hoy hubo algunos desencuentros en el debate vespertino de GH2011.
Por lo que pude leer en varios tweets el tema de la discriminación no deja de atravesar los discursos de la argentinidad.
Esa argentinidad al palo que nos atraviesa y nos obtura cualquier posibilidad de reflexionar más allá del discurso antinómico: hasta he leído que los fans de Christian U y los anti serían como peronistas vs. gorilas. Si nos remontamos a los discursos sobre la argentinidad nos encontraremos atravesados por las antinomias. Por definición son contradicciones irresolubles, paradojas.
Civilización y barbarie fue una de las primeras que dividió a los argentinos a través del discurso de Sarmiento y que puso en acción la condición de posibilidad para que siempre haya un enemigo al que hay que aniquilar. Poner en ese lugar al otro como enemigo es una posición política. Un discurso que nos desvía de conflictos con posibilidad de resolución para un cambio radical. La antinomia, sin posibilidad de resolución, coloca al otro en el lugar del enemigo, como hizo Sarmiento con el Chacho Peñaloza, lo mandó matar,y sesga nuestra posibilidad de movimiento. La antinomia nos lleva a la inmovilidad. GH2011 aparece como un efecto de realidad de esta argentinidad al palo. Muchos años han pasado del asesinato de Chacho Peñaloza, poder corrernos del lugar de la civilización o la barbarie sería una posibilidad para repensar la argentinidad.
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